¿Es esto la vida real? Una nueva herramienta de codificación le permite apostar y deslizar el dedo mientras codifica

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Silicon Valley siempre ha sido un terreno fértil para ideas extrañas, pero incluso los satíricos luchan por mantenerse al día. Dick Costolo, ex director ejecutivo de Twitter y escritor de “Silicon Valley” de HBO, admitió recientemente que el mundo tecnológico real es ahora tan extravagante que es imposible parodiarlo de manera efectiva. ¿Un buen ejemplo? Chad: Brainrot IDE, la última creación de la startup Clad Labs, que acaba de surgir de Y Combinator.

Este no es el típico software de codificación (un entorno de desarrollo integrado o IDE). Imagínese esto: mientras espera que la IA complete una tarea de programación, puede apostar en línea, desplazarse por TikTok, deslizar el dedo en Tinder o incluso jugar minijuegos simultáneamente, todo dentro de la misma ventana. La compañía afirma que aumenta la productividad al eliminar el “cambio de contexto”, esa fuga de cerebros que supone saltar entre aplicaciones y volver a centrarse.

Lanzado en noviembre, la extravagante premisa de Chad llevó a muchos a creer que se trataba de una elaborada broma del Día de los Inocentes. Pero Clad Labs insiste en que es muy real, y el fundador Richard Wang incluso le dijo a TechCrunch que el producto no es una broma.

Su discurso en el sitio web de la compañía es sorprendentemente contundente: “Apuesta mientras codificas. Mira TikToks. Desliza el dedo en Tinder. Juega minijuegos. Esto no es una broma: es Chad IDE y está resolviendo el mayor problema de productividad en el desarrollo impulsado por IA del que nadie habla”.

Como era de esperar, la reacción en línea ha estado polarizada. Algunos lo descartan por absurdo, mientras que otros lo aclaman como ingenioso o terriblemente brillante. Incluso Jordi Hays, copresentador del podcast de entusiastas de la tecnología “TBPN”, intervino con una publicación titulada “Rage Baiting es para perdedores”. Si bien reconoce el valor cómico de Chad, denuncia que su estrategia cae en la trampa de las tácticas de marketing de “cebo de ira” que priorizan el valor del shock viral sobre la innovación genuina. Hays sostiene que YC debería desalentar este enfoque.

Curiosamente, el propio Hays construyó una carrera exitosa gracias a un marketing inteligente y amigable sin recurrir a la provocación. Su startup Party Round (luego rebautizada como Capital y adquirida por Rho) se volvió viral a través de trucos alegres como NFT basados ​​en capitalistas de riesgo populares. Él cree en construir comunidad y compromiso de manera orgánica en lugar de avivar deliberadamente la controversia.

Wang refuta la etiqueta de “cebo de ira”, insistiendo en que los creadores de Chad lo imaginan como una herramienta genuinamente apreciada por los desarrolladores de aplicaciones para consumidores que anhelan una experiencia de codificación más fácil de usar, similar a la de sus aplicaciones favoritas. En este momento, Chad está encerrado detrás de un programa beta al que solo se puede acceder por invitación, mientras Clad Labs cultiva su comunidad inicial de entusiastas. Aún se desconoce una fecha de lanzamiento público.

Ya sea que Chad se convierta en un clásico de culto o se desvanezca en la oscuridad, sin lugar a dudas encarna el absurdo que se ha apoderado de Silicon Valley. Quizás Costolo tenía razón: la verdadera sátira ya no puede competir con la realidad.