El gobernador de Ohio, Mike DeWine, y la Comisión de Control de Casinos del estado no buscarán una regulación adicional de las apuestas deportivas, citando su satisfacción con las recientes restricciones impuestas por la Major League Baseball (MLB) a las apuestas de utilería. La decisión se produce después de un escándalo que involucró a los jugadores de los Cleveland Guardians, Luis Ortiz y Emmanuel Clase, quienes fueron acusados de conspiración relacionada con un plan de apuestas que supuestamente implicaba manipular los resultados de los lanzamientos.
Nuevas restricciones de la MLB: una respuesta a las preocupaciones de integridad
MLB anunció el lunes que los socios autorizados de apuestas deportivas, incluidos FanDuel, DraftKings, BetMGM, Fanatics y Bet365, limitarán las apuestas individuales a $200, excluyendo dichas apuestas de los parlays. Estas apuestas de utilería se centran en eventos granulares del juego, como la velocidad del lanzamiento o las llamadas de strike, que la MLB ha identificado como que plantean “mayores riesgos de integridad”. La liga sostiene que estos mercados de microapuestas son vulnerables a la manipulación porque dependen de acciones de un solo jugador y tienen un impacto mínimo en los resultados del juego.
La medida tiene como objetivo reducir el incentivo por mala conducta limitando los posibles pagos. MLB declaró que el límite de apuestas y la prohibición del parlay harán que sea más difícil eludir las restricciones.
El escepticismo inicial de Ohio y su cambio posterior
El gobernador DeWine había criticado previamente las apuestas de utilería como un “experimento fallido” luego de las acusaciones contra Ortiz y Clase. Sin embargo, el gobernador suavizó su postura luego de que la MLB anunciara las nuevas medidas. DeWine elogió al comisionado de la MLB, Rob Manfred, por “tomar medidas positivas para proteger la integridad del juego y reducir los incentivos para participar en esquemas de apuestas inapropiados”.
Pausa regulatoria: por qué Ohio no actuará más (por ahora)
La Comisión de Control de Casinos de Ohio se hizo eco de este sentimiento y afirmó que imponer regulaciones adicionales a nivel estatal podría poner en peligro el progreso ya logrado. La Comisión se reserva el derecho de reevaluar si circunstancias futuras justifican una intervención.
La decisión subraya una creciente preocupación entre los reguladores sobre la integridad de los mercados especializados de apuestas deportivas. La naturaleza granular de las apuestas de utilería, combinada con altos pagos, las convierte en objetivos atractivos para la manipulación. La respuesta de la MLB, aunque autoimpuesta, ha satisfecho a los funcionarios de Ohio, al menos por el momento.
La situación pone de relieve una tendencia más amplia: las ligas deportivas están tomando medidas proactivas para abordar los riesgos relacionados con las apuestas en lugar de depender únicamente de la supervisión a nivel estatal. Al limitar los pagos y restringir las opciones de parlay, la MLB ha reducido efectivamente el incentivo financiero para que los jugadores incurran en malas conductas. Este enfoque, si es replicado por otras ligas, podría mitigar las preocupaciones de integridad que han afectado a la industria de las apuestas deportivas en rápida expansión.


















































